8 Hábitos para cuidar la salud intestinal de toda la familia

  • Salud digestiva

Todos sabemos que nuestro estilo de vida tiene gran influencia sobre la salud. Pero con todas las actividades diarias es fácil olvidar que nuestra salud depende de varios sistemas que trabajan en conjunto para mantenernos sanos.  

Sin embargo, uno de los aspectos que poco a poco comienza a popularizarse es la salud intestinal. 

Por esta razón, hoy te compartiremos algunos hábitos cotidianos que pueden ser clave para procurar y mantener la salud intestinal en toda la familia, desde los más peques hasta los adultos.

Tu microbiota intestinal: clave para una buena salud

Tal vez ya sabes cuál es el rol del intestino en la digestión: descomponer los alimentos, absorber los nutrientes que el cuerpo necesita y desechar el resto. Pero ¿sabías que el intestino también es hogar de una enorme cantidad de bacterias amigables?  

Estas bacterias amigables conforman la flora intestinal, especialmente en el colon. Sin embargo, estos microorganismos también conviven con algunas especies comunes de bacterias dañinas. Un intestino sano tiene más bacterias buenas que bacterias dañinas (esto es tener equilibrio intestinal). 

Algunos estudios han demostrado que la microbiota o flora intestinal se relaciona con el sistema inmune (tus defensas), algunos desórdenes del sistema endócrino y gastrointestinal, enfermedades cardiovasculares, cáncer y hasta la salud mental. 

¿Ves por qué vale la pena ponerle atención?

Hábitos de vida que influyen en la salud intestinal

¡Sí, cuidar tu salud intestinal y la de tu familia vale la pena! Por ello te compartimos algunos hábitos que te ayudarán a tener una flora intestinal saludable.

1. Controlar los niveles de estrés

Lo sabemos, balancear la vida personal y la laboral puede ser muy estresante, especialmente cuando tienes una responsabilidad tan grande como son los hijos. Pero ojo, porque los altos niveles de estrés, especialmente si hablamos de estrés crónico, tienen un tremendo efecto negativo en todo nuestro cuerpo, incluyendo la microbiota (o flora) intestinal.  

Cuando estás estresado, tu intestino responde a las señales de estrés y libera sus propias hormonas. Estas hormonas hacen más lentos los movimientos en el estómago y el intestino delgado, pero aceleran los del intestino grueso. El cuerpo hace esto para expulsar toxinas dañinas, pero en estos casos, el resultado es la diarrea.  

Entonces, encontrar maneras de reducir el estrés es esencial. Aunque la vida es estresante a veces, hay muchas cosas que puedes hacer para relajarte y sentirte mejor.

2. Dormir lo suficiente

Mientras dormimos, nuestros cuerpos usan ese descanso tranquilo para recuperarse de las actividades diarias. Una buena noche de sueño te refrescará y te ayudará a recargar las pilas.  

Por el contrario, la falta de sueño perturba la microbiota intestinal, lo cual también causa problemas en los patrones de sueño. Como resultado, se crea un círculo vicioso que puede afectar seriamente la salud. Para evitarlo, trata de dormir de siete a ocho horas diarias. Si es necesario, no dudes en consultar a tu médico.

3. Mantenerte hidratado

Seguramente sabes que el agua constituye más del 50% del cuerpo humano. Por lo tanto, no hace falta decir que mantenerse hidratado es vital para nuestra salud general, incluida la salud intestinal. El agua mejora la digestión, evita el estreñimiento y aumenta la diversidad de bacterias “buenas” en el intestino.
 

4. Incluir alimentos prebióticos en tu dieta

Los prebióticos son alimentos que promueven el crecimiento de bacterias buenas en el intestino.

Son principalmente fibra o carbohidratos complejos que las células humanas no pueden digerir, pero ciertas especies de bacterias en el intestino los descomponen y los usan como combustible (o alimento).

Muchas frutas, verduras y cereales integrales contienen prebióticos, pero también se pueden encontrar solos (en forma de suplemento).

Madre mostrando a hija la importancia de los vegetales de manera divertida.

5. Aumentar tu consumo de probióticos

Los probióticos son esas bacterias buenas que tu intestino necesita para mantenerse saludable.  

Los probióticos no colonizan permanentemente los intestinos en la mayoría de los casos, sin embargo, pueden beneficiar tu salud al cambiar la composición general de la microbiota y apoyar al metabolismo.  

Puedes aumentar tu consumo de probióticos al ingerir más alimentos ricos en probióticos o a través de suplementos.

6. Ejercitarte con regularidad

La actividad física regular te ayuda a reducir el estrés, pero también mejora tu ciclo de sueño y tu digestión. Todos estos factores combinados tienen un efecto positivo en tu salud intestinal.
 

7. Añadir comidas saludables para el intestino en tu dieta

Los alimentos que consumes tienen un impacto en tu microbiota intestinal. Eliminar los alimentos procesados y el azúcar es un excelente primer paso. Pero ¿y qué comer para promover una buena salud intestinal?  

Para empezar, las grasas saludables, los cereales integrales y una dieta rica en fibra son buenas (aunque dependiendo de tu estado intestinal actual, una dieta alta en fibra tiene ventajas y desventajas). Sin embargo, comer más frutas y verduras es buena idea para la mayoría de las personas.  

Como consejo adicional: comer despacio mejora la digestión y reduce las posibilidades de desarrollar diabetes y obesidad.

8. Tratar de detectar posibles intolerancias alimenticias

Es posible tener síntomas de una mala salud intestinal a causa de una intolerancia alimentaria. Eliminar los desencadenantes comunes para ver qué alimentos te caen bien y cuáles te caen mal, es una buena idea. Esto puede conducir a un cambio positivo en tu microbiota intestinal. Aunque, si no puedes aislar o detectar el tipo de alimento que te está causando problemas, lo mejor es consultar a tu médico.

Hija saludable jugando con la madre.

Fomentando hábitos saludables en los niños

Ahora que ya tienes una mejor idea de qué hábitos puedes seguir para tener una mejor salud intestinal, te compartimos tres claves adicionales para la salud intestinal de los más pequeños en casa: 

  1. Alimenta tus bacterias buenas. Ya mencionamos que la fibra en los cereales, frutas y las verduras ayuda a mantener sanas las bacterias intestinales, especialmente los tipos de fibra que se encuentran en los cereales integrales, los plátanos y las bayas. Obtener suficiente fibra de los alimentos (los niños necesitan hasta 25 gramos de fibra al día) también puede ayudar a reducir las probabilidades de estreñimiento, un problema infantil común.  
     
  2. Di no a los alimentos procesados y endulzados artificialmente. Una dieta repleta de papas fritas, comida rápida, galletas envasadas y carne procesada puede contribuir al estreñimiento y puede evitar que prosperen las bacterias intestinales benignas. Las bebidas dietéticas y los edulcorantes artificiales también pueden interferir con las bacterias buenas, según algunas investigaciones.  
     
  3. Dile “no gracias” a los antibióticos innecesarios. Los antibióticos pueden acabar con una infección de oído y curar la faringitis estreptocócica, pero al mismo tiempo pueden eliminar las bacterias intestinales buenas. Usa estos medicamentos solo cuando sea necesario y el médico lo haya indicado, no para infecciones virales como resfriados, gripe y muchas infecciones de oídos y senos paranasales. A pesar de que estas son enfermedades leves, consulta a tu médico.

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